Hace un año de tu partida y aún me siento triste de no haber estado tomándote de la mano durante tu último suspiro. Cuando llegué de vuelta al hospital, te abracé y ya no estabas ahí. No estabas, me refiero, a como cuando te conocí. Dentro de tu cuerpo, con tu mirada hermosa, llena de amor y compasión.
Aún sabiendo eso te hablé y te recordé cuánto te amo. Sé que no hacía falta decirlo, pues tú siempre lo supiste, incluso antes de que yo misma lo supiera. Desde aquel día que me preguntaste, de manera tímida y misteriosa, si yo creía en la existencia de las almas gemelas. Tú siempre lo supiste. Gracias por encontrarme en esta vida, veremos en la siguiente de qué forma lo hacemos.
Aquel día, antes de llegar al hospital, empecé a escuchar un audio en Youtube que me enviaron en uno de esos tantos chats de grupo y, de manera instantánea, los acordes hicieron sincronía con mis sentimientos, mágicamente me transporté a un estado de paz y tranquilidad, como el título del mismo lo prometía.
Estando frente a tu cuerpo vino a mi mente ese audio y sin pensarlo mucho supe que tenía que ponerlo, y bailar contigo el último baile. Te tomé de la mano, aún tibia, suave y hermosa como siempre y comencé a mecerme de un lado a otro, parada junto a ti, simulando un vals. Fue un poco extraño no sentir que te movieras siguiendo mi ritmo, como siempre lo hiciste en todas las canciones que bailamos y en todas las aventuras que recorrimos juntos. En esta ocasión estuviste inmóvil hasta que cerré los ojos y estabas ahí de nuevo…. Me sonreíste como siempre, sentí tu amor, sentí todo lo que somos juntos.
Durante todo este año de duelo pensé que ese había sido nuestro último baile, así relaté mi historia a algunas amistades, pero la verdad después de todo este tiempo de aprender a amarte en el otro plano, con tu presencia desde otros lados (mi corazón, el cielo, la mirada de nuestra hija, mi mente, nuestros recuerdos, tus mensajes ocultos, etc.) he descubierto que en realidad no fue nuestro último baile, pues tú ya no estabas ahí, fue más bien nuestro primer baile.
El primer baile de nuestra nueva relación, una más mágica y claro también, más difícil. Siempre que hay un final, hay un principio. Y en el inicio de esta nueva etapa, estuvimos de la mano danzando, y desde entonces aprendiendo cómo seguir juntos amándonos, desde diferentes planos.
(paréntesis)
No quiero sonar lunática o fuera de la realidad (de la que, al menos, todos conocemos), pero en serio no sé como explicar lo que ha significado para mi este cambio de perspectiva. No es que niegue su partida. Al contrario, para mi está implícita una fuerte aceptación de la realidad, la cual incluye también mucho amor que de alguna forma tiene que seguir siendo enviado y transmitido a ese gran SER DE LUZ que siempre amaré y la forma de hacerlo es a través de esta nueva forma de relacionarnos que apenas estoy descubriendo y entendiendo.
Porque el amor, no se destruye o se acaba, solo se transforma … y estoy fascinada de seguir recorriendo el camino del amor de la mano de tu recuerdo y de la mano de nuestra hermosa hija que también te extraña y te ama infinitamente.
P.D.: Gracias a todos por su apoyo y amor, sin él no sería posible que nosotras recorriéramos este nuevo camino. Gracias por permitirnos seguir viendo las oportunidades en nuestra vida.